Paula Pino, Municipalidad de San Antonio: “Valoramos mucho el programa educativo porque generó la base para instalar una cultura de eficiencia energética”


Paula Pino conoció el Programa Educativo Integral en Eficiencia Energética desde distintos roles. El año 2011 trabajaba como encargada de medio ambiente en una escuela de San Antonio, cuando se implementó de forma piloto esta iniciativa de la Agencia de Sostenibilidad Energética y del Ministerio de Energía. 

Posteriormente pasó a formar parte del equipo de la Dirección de Medio Ambiente del Municipio de San Antonio y hasta el 2018, tuvo que coordinar su implementación en la comuna.

¿Cómo fue la implementación del programa educativo en la comuna?

Cuando llegó a este programa el 2011, los docentes lo miraron con un poco de recelo y distancia, pero después fueron interiorizándose e integrando las actividades, y se dieron cuenta de que era bueno. Ya después fuimos avanzando y entre el 2011 y el 2018 esto no paró, y fue creciendo cada año más.

Después llegué a la municipalidad y cambió mi rol, porque me tocó colaborar y coordinar las actividades en las distintas escuelas. Teníamos todo el apoyo del Daem y del Alcalde, entonces realizamos muchas acciones y viajes a Santiago.

¿Cuántas escuelas participaron del programa educativo?

Partimos con 12 escuelas que también participaban del Sistema Nacional de Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales (SNCAE) del Ministerio del Medio Ambiente. Luego se fueron incorporando más colegios y jardines, y llegamos al 2018 con 22 establecimientos.

Recuerdo que el 2014 había un fondo concursable y ganamos como 3 o 4, lo que generó soluciones súper concretas para las escuelas. Se ocuparon los dineros para reparar cosas malas en los baños y  se cambiaron luminarias, porque se tomó conciencia que no se compraban las más eficientes. También cambiaron el color de las paredes y se compraron cortinas más gruesas. Fueron pequeños cambios, pero sustanciales para los alumnos y las comunidades educativas.

¿La implementación del programa, tuvo algún impacto en las cuentas de electricidad?

No pudimos avanzar mucho, porque no llegaba el desglose de los consumos de las escuelas, pero sí, por ejemplo, nos mostraron un programa de gestión, donde había que hacer un autodiagnóstico del consumo y habían encargados que iban anotando el kilowatt o el metro cúbico que se consumía.

Hubo cambios, quizás no tan significativos, pero igual los valoramos porque se instauró la conciencia en el equipo directivo, en los alumnos y docentes. También sirvió para tomar mejores decisiones en las compras. Ahora la ampolleta incandescente quedó atrás, pero en ese tiempo sí se usaba y se pensaba que daba lo mismo usar esa u otra más eficiente. 

¿Qué importancia le otorga a la educación en sostenibilidad energética?

El programa es estratégico porque se desarrolla en los colegios que son los espacios claves para instalar conocimiento, para transformar y generar cambios. Esta es como una rueda que va creciendo, porque los niños al aprender con experiencias tan significativas como las que entrega el programa, permite absorber de una manera innovadora los conceptos como la sostenibilidad y permear a las familias.

Nosotros valoramos mucho el programa porque generó la base para instalar una cultura de eficiencia energética y vino a reforzar el trabajo de educación ambiental que se venía realizando desde hace mucho tiempo en la municipalidad a través del departamento de gestión ambiental. Yo tomé la posta el 2014, pero venía un trabajo importante desde el 2003 y este programa vino a reforzar la educación ambiental en la comuna.

¿Cómo apoyó este programa en el objetivo de hacer de San Antonio un municipio sostenible?

Partimos con el municipio participado en el Sistema de Certificación Ambiental Municipal (SCAM), después se avanzó al siguiente nivel de acreditación de Vocación Ambiental Comunal (AVAC) del Ministerio del Medio Ambiente y está ahora en un nivel de Gobernanza Ambiental Climática Comunal, que tiene una mirada más fuerte de sostenibilidad y cambio climático y un trabajo más potente con las comunidades. También le atribuimos al programa educativo de la Agencia, el poder ir subiendo en estos niveles. 

Este trabajo significó incorporar al programa de AgenciaSE en todos los colegios municipales y en los jardines Junji,  VTF y algunos particulares subvencionados. El 2018 todos egresaron y terminaron las tres etapas, pero quedaron con las competencias ya instaladas y listos para trabajar con autonomía.

¿Cómo fue la implementación del tema pedagógico?

Un indicador de que el programa educativo llegó y se instaló con todo en San Antonio, es que hasta el 2021 está inserto en el Plan Anual de Desarrollo de Educación Municipal (Padem), lo que garantiza que el programa seguirá, pues está instalado en la gestión que desarrollamos como Dirección de Medio Ambiente, Aseo y Ornato.

A su juicio: ¿Cuáles son las claves para una educación más sostenible energéticamente?

La clave es abordar la educación ambiental de manera estratégica e integral. El programa tiene tres ámbitos de acción, porque involucra todo el accionar de una comunidad educativa. Estamos acostumbrados a trabajar así a través del SNCAE, y lo mismo me pasa con este programa.

¿Que destaca y que mejoraría del programa?

Al principio los docentes pensaron que era más trabajo, pero al interiorizarse se dieron cuenta de que no es pega extra, porque trabajan desde el currículum. Algunos colegios hicieron ferias con el tema de sostenibilidad energética y hasta  salieron en el diario. Súper destacable que hubiera un facilitador que apoyaba al docente y que te podía sacar de cualquier duda, También valoro el material que es muy bueno.  

Lamentablemente, desde el 2019 vinieron los paros, el estallido social y luego la pandemia y muchos establecimientos no siguieron trabajando en esta temática, porque priorizaron otras cosas.-