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“La clave es partir por generar una conciencia en los mayores, para que sea transmitida a los estudiantes”

Andrea Díaz Galleguillos pertenece a la Subdirección de Apoyo Técnico Pedagógico del Servicio Local de Educación Pública (Slep) Huasco, que actualmente administra los establecimientos de las comunas de Alto del Carmen, Vallenar, Freirina y Huasco.

Cuando se implementó el programa educativo integral en eficiencia energética, trabajaba en el DAEM de Vallenar, desde donde pudo apreciar los beneficios que tiene para los establecimientos, incorporar estos temas a su gestión pedagógica e institucional.

 

¿Qué recuerda de la implementación del programa Educativo Integral en Eficiencia Energética en la región de Atacama?

Recuerdo que partimos hace años, yo trabajaba en el DAEM de Vallenar. La dirección provincial nos invitó a una reunión donde se dio a conocer y se impulsó este proyecto de eficiencia energética.

En ese tiempo, vino una profesora que tuvo una experiencia con su curso, en que los estudiantes encontraron una forma de calefaccionar la sala de manera ecológica y con pocos recursos, era algo que ellos mismos habían construido. Se ofertó el programa y 11 establecimientos accedieron. Había que firmar un acta de compromiso y de a poco ir realizando capacitaciones y distintas actividades.

 

¿Cree que el programa educativo tuvo algún impacto en los establecimientos?

Sí. Partimos precisamente en Vallenar durante un año y luego los establecimientos podían ir renovando el programa.  El mayor impacto fue en la conciencia de los estudiantes. No somos un territorio que tenga agua suficiente, tenemos escasez de este recurso y para nosotros es muy importante optimizar la conciencia ambiental y energética en los estudiantes.

 

¿Hubo algún impacto en el ahorro energético de los establecimientos?

Nosotros no constatamos si hubo disminución en las cuentas de luz o de agua en los establecimientos, pero no le podemos dejar de dar importancia a los procesos que, de una u otra manera, generan conciencia en los estudiantes.  El programa educativo sirvió para relevar estos temas en los establecimientos e incorporarlos en las actividades curriculares, lo que sin duda es un aporte significativo a la conciencia ambiental.

 

¿A su juicio, cuál es la clave para tener una educación más sostenible? 

La clave es generar una conciencia en los mayores, para que sea transmitida a los estudiantes. Relevar el tema en los docentes y en el currículum de los establecimientos, priorizando y enfatizando en aquellas temáticas que tienen que ver con el cuidado del medio ambiente.

También es relevante otorgarles ciertas actividades curriculares y extracurriculares que hagan esta conciencia desde los equipos directivos, los docentes, estudiantes y a todos los integrantes de la comunidad educativa.

 

¿Qué actividad pedagógica recuerda que tuvo una buena recepción por los estudiantes?

Cuando hablamos de básica los niños son concretos. Que los chicos pudieran ver cómo sus actividades han generado menos gastos energéticos a través de las cuentas, es muy importante. En el caso de los liceos, también trabajaron con paneles fotovoltaicos y fue interesante para ellos saber que hay formas de ahorrar energía y que pueden ser implementados en su diario vivir.-